Uno de los pasajes más emocionantes e intensos de la Biblia lo encontramos en Bereshit (Génesis), en el cual se le ordena al profeta Avraham sacrificar a su hijo Yitsjaq.
Sin embargo, hay varios detalles que se pueden pasar por alto, pero aquí quiero hacer énfasis en uno especialmente.
Génesis 22:7-8 Y habló Yitsjaq a su padre Avraham, diciendo: Padre mío. Y él respondió: Aquí estoy, hijo mío. Y le dijo: He aquí, el fuego y los troncos, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Dijo Avraham: Elohím verá (yiréh) lo del cordero para el holocausto, hijo mío. Y ambos caminaron unidos.
Comúnmente la palabra “yiréh”
En pocas palabras, Avraham le dijo a su hijo: No te preocupes, que Elohím verá lo que hará, no es nuestro asunto, es asunto de Él.
Esa es la confianza que debemos tener en nuestro Elohím, aun cuando las cosas se pongan raras y que tal vez no entendamos, nuestra confianza es que Elohím verá, es asunto de Él, y Él nos dará cómo resolver el problema.
Es como cuando un hijo le cuenta un problema a su madre, y ella le dice: Tranquilo, no te preocupes, tu padre verá qué hace. En pocas palabras, nuestro Padre Celestial sabe qué es lo que debe hacer, nosotros solo debemos entender que Él verá, que Él hará algo.
Génesis 22:14 Y llamó Avraham el nombre de aquel lugar: YHWH Verá [Yiréh]. Por lo que se dice hasta el día de hoy: En un monte YHWH Se dejará Ver [Yeraéh].
Y así fue, el gravísimo problema del ser humano, que parecía no tener solución, fue solucionado, cuando YHWH se dejó ver, por medio de Su Hijo Amado clavado en un madero en un monte, dándole así solución a dicho problema. Por tanto, se dejó ver con su salvación.
Así que, si no sabes qué hacer, y ves que no hay una solución a tu situación, no te angusties, YHWH verá qué hace, simplemente espera y descansa en Él, que la respuesta oportuna llegará.