Una costumbre entre los antiguos griegos paganos era reemplazar el nombre de algunas de sus deidades por algún título, ya fuera por respeto o miedo a usar el nombre de esa deidad. Por ejemplo, usaban “Eubuleus” como epíteto de reemplazo para Zeus y Hades.
Esa misma estrategia pagana fue copiada por la clase religiosa de Yisrael; pues, por un supuesto “temor” al nombre de YHWH empezaron a usar títulos para evitar así decir el Nombre de YHWH, el verdadero Elohím, hasta enseñar mitos como el que nadie conoció el Nombre, excepto el profeta Moshéh, el cual no lo reveló a nadie, y así terminar con un simple título de reemplazo como “HaShem” que significa “El Nombre”, que ni siquiera es uno de los títulos que en la Biblia se le dan al Creador YHWH. Veamos lo que enseña la Biblia:
Tehilim 44:20-21 “20 Si nos olvidamos del Nombre de nuestro Elohím, y por causa de eso levantamos nuestras manos a una deidad extraña, 21 ¿acaso no demandará Elohím esto? Pues Él es quien conoce los secretos del corazón”.
Yirmeyáh 23:27 “Pretenden que mi pueblo se olvide de mi Nombre con las visiones que se dicen unos a otros, así como sus padres olvidaron mi Nombre, por el de Báal”.
Yojanán 17:25-26 “25 ¡Oh, Padre justo! El mundo no te conocía, pero Yo sí te conocía, por lo cual éstos conocieron que Tú me enviaste. 26 Y les di a conocer tu Nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que Tú me amaste esté en ellos, y Yo en ellos”.
Y tú, ¿acostumbras a hacer lo mismo que los paganos?