A lo largo de las Sagradas Escrituras se le da una importancia muy grande al Shabat, a tal grado de designarlo como una Señal y un Pacto Eterno, y un medio de reconocimiento de parte de nosotros al Eterno YHWH.
Se sentencia que el alma que quebrante o profane el Shabat, ciertamente morirá, tal como se reafirma en el libro del profeta Ezequiel: “El alma que pecare, ésa morirá”. Pues recordemos que el pecado es infracción o violación de la Toráh (Ley). Y quien no guarde Shabat estará pecando y; por tanto, no pertenecerá al pueblo de Dios y por ende morirá. Veamos lo que enseñan las Sagradas Escrituras en Éxodo:
Y dijo YHWH a Moshéh: Tú hablarás a los hijos de Yisrael y les dirás: Ciertamente guardarán mis días de Shabat, porque es señal entre Yo y ustedes por sus generaciones, para que reconozcan que Yo soy YHWH, quien los santifica. Así que, guardarán el día de Shabat, el cual será santo para ustedes. Aquel que lo profane ciertamente habrá de morir; por tanto, todo el que haga en él trabajo alguno, esa alma será cortada de en medio de su pueblo. Seis días serán para hacer el trabajo, pero el día séptimo será Shabat solemne, santificado para YHWH; todo el que haga trabajo en el día de Shabat ciertamente morirá. Así que, los hijos de Yisrael guardarán el Shabat, haciendo el Shabat por sus generaciones pues es Pacto eterno. Entre Yo y los hijos de Yisrael será una señal por la eternidad, porque en seis días hizo YHWH los cielos y la tierra, pero en el séptimo día cesó y reposó. Y cuando acabó de hablar con él en el monte Sinay, dio a Moshéh las dos tablas del testimonio, tablas de piedra que fueron escritas con el dedo de Dios.
Éxodo 31:12-18
