La Biblia enseña en el libro de Génesis:
Y YHWH Elohím llamó al humano, y le dijo: ¿Dónde estás? Y él respondió: Escuché tu voz en el jardín y tuve miedo porque yo estoy desnudo, y me escondí.
Génesis 3:9-10
La palabra hebrea para “desnudo” es “eirom”, y está emparentada con la palabra “arum” que significa “astucia” y es la que encontramos en Génesis 3:1.
Pero la serpiente era astuta (arum), más que todo ser vivo del campo que YHWH Elohím había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Así que Elohím ha dicho: No coman de ningún árbol del jardín?
Génesis 3:1
Ambas palabras “eirom” y “arum” vienen de la misma raíz hebrea “aram” que tiene varios significados tanto positivos como negativos, y uno de ellos es “improductivo”, “esterilidad” como “un montón de escombros”.
O sea que, cuando el humano se dejó llevar por la voz de la serpiente, éste fue arrastrado y quedó rebajado al estado de la serpiente, un estado de esterilidad, obviamente espiritual, incapaz de producir los frutos de Elohím, por eso fue por lo que el mismo Elohím debió hacer para ellos túnicas y cubrirlos, pues en su estado de desnudez era imposible ser fructíferos.
Eso mismo es lo que nos pasa a nivel espiritual cuando en vez de seguir la voz del Eterno Elohím, nos dejamos engañar y seguimos la voz de la serpiente.