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¿Qué significa ser santo?

El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “santo” así:

1. Perfecto y libre de toda culpa.

2. En el mundo cristiano, se dice de la persona a quien la Iglesia declara tal, y manda que se le dé culto universalmente.

3. Dicho de una persona: De especial virtud y ejemplo.

4. Dicho de una cosa: Que está especialmente dedicada o consagrada a Dios.

5. Dicho de una cosa: Que es venerable por algún motivo de religión.

Pero, la palabra “santo” de que se habla en la Biblia, ¿corresponde a las definiciones que le damos en español?

En las Sagradas Escrituras es muy común encontrar la palabra “santo”. La palabra hebrea que aparece en la Biblia para “santo” es “kadôsh” “קָדוֹשׁ” o “קָדֹשׁ”. Esta palabra deriva de la raíz “kadâsh” “קָדַשׁ”. Observamos que la palabra “kadâsh” está compuesta de tres letras en hebreo que son: “kof” “ק”, “dâlet” “ד” y “shin” “שׁ”.

Estas tres letras son también la raíz de una palabra que llama poderosamente la atención: “kedeshâh” “קְדֵשָׁה”, que significa “prostituta o ramera”. Muchos biblistas la traducen como “prostituta ritual”. Pero, ¿cómo es posible que la misma raíz hebrea para “santo” lo sea para “prostituta”?

Esto se debe a que la realidad del significado de la palabra “kadâsh” es: “ser dedicado a, apartado para, entregado a, separado para, designado para”. Es decir, la palabra “santo” en hebreo significa “dedicarse a algo o dedicar algo”, parece extraño pero aún esto puede referirse a ser dedicado al pecado como por ejemplo a la prostitución.

Por lo tanto, “santo” parte de la base de la exclusividad y la dedicación a algo o a alguien. De ahí que el Eterno Dios le ordenara a Israel santificarse para Él, es decir dedicarse exclusivamente para Dios. Veamos qué enseña la Biblia:

Santifíquense y sean santos, porque yo YAHWEH soy su Dios.

Levítico 20:7

Ustedes han de ser santos para mí, porque yo YAHWEH soy santo, y los he apartado de entre los pueblos para que sean míos.

Levítico 20:26

Por lo tanto, cuando alguien se entrega o se aparta para alguien o para algo, pasa a ser el objeto o la pertenencia para quien se ha apartado o para lo que se ha apartado, reservado o dedicado. Como hijos de Dios nos apartamos para YAHWEH, nuestro Padre, por lo tanto, pasamos a ser su pertenencia y al mismo tiempo nos alejamos del pecado bajo el cual estábamos esclavos. La Biblia dice:

Mas ahora que ustedes han sido liberados del pecado, y se han hecho siervos de Dios, tienen como fruto la santificación, y como propósito, la vida eterna.

Romanos 6:22

Es decir, ser santos es dedicarnos cada día más al Eterno Dios, y esto lo hacemos obedeciéndole a Él. Sometiéndonos a su Voluntad a su Palabra. La Biblia enseña:

“Ustedes han  sido elegidos según el conocimiento anticipado de Dios Padre y han sido santificados en su Espíritu, PARA OBEDECER y así ser rociados con la sangre de Yeshûa el Mesías. Gracia y paz les sean multiplicadas.

1 Pedro 1:2

Por lo tanto el propósito de santidad a YAHWEH es vivir como pueblo suyo, que le pertenece y que vive conforme a sus mandamientos. Dicen la Escrituras:

YAHWEH ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos.

Deuteronomio 26:18

Mas ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, un pueblo que ha sido adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable; ustedes que en otro tiempo no eran pueblo, pero que ahora son pueblo de Dios; que en otro tiempo no los había alcanzado la misericordia, pero ahora los ha alcanzado la misericordia.

1 Pedro 2:9-10

Por lo tanto, el llamado que se nos hace continuamente es ser “santos” para el eterno Dios creador de los cielos y la tierra, YAHWEH, pues somos pueblo suyo.