Nosotros no debemos regirnos por el Calendario Civil Judío el cual fue desarrollado por Hilel II en el siglo IV (e.c.) y que utiliza un algoritmo matemático para su funcionamiento, y no la observación de las estaciones y las etapas astronómicas.
El Calendario Judío actual funciona en ciclos de 19 años, de los cuales 7 años consisten en 13 meses, y los otros 12 años tienen 12 meses. Ese mes adicional hace que el año tenga 13 meses, y a ese año en hebreo se le conoce como “shanáh me’uvéret” que significa “año embarazado”, y ese mes adicional genera una gran dificultad ya que corre considerablemente los tiempos.
En la Biblia tenemos testimonio sólo de años de 12 meses, y en diferentes partes de la Biblia se nombran a los meses como mes primero, segundo, y así hasta el mes duodécimo, pero no existe un solo caso de un mes decimotercero.
Este año actual judío es un año de 13 meses, lo que nos obliga a determinar las fechas por medio de la observación astronómica y de estaciones, por lo que nuestras Celebraciones de las Fiestas Bíblicas no coincidirán con el Calendario Civil Judío el cual tendrá un retraso considerable en las fechas.