La expresión “lashón hará” como tal no aparece en la Biblia. En realidad, es un concepto del judaísmo rabínico, y de corte cabalístico que significa “lengua del mal”, pero el concepto es mucho mayor a su significado.
Dentro de la ley judía o halajáh, el concepto se desarrolla sobre la premisa de que, aunque alguien diga algo verdadero en contra de una persona, se considera una situación negativa de parte de quien lo dice, así sea verdadero.
Es como una forma de impedir que las cosas se llamen por su nombre, de no señalar ni siquiera el pecado, de callar a la persona. Y llama la atención que el concepto desarrolla ideas como la no utilización de la expresión ‘hipócrita’, y señala que quien usa ese tipo de expresiones tiene una lengua del mal, por tanto, es un maligno. Y precisamente el Mesías Yeshúa usaba continuamente esa expresión para acusar a la clase religiosa de su tiempo.
Pareciera que el concepto de “Lashón Hará” tenía como propósito desvirtuar a Yeshúa Mesías y hacerlo ver como si Él hubiera tenido una “lengua maligna” y por tanto sus enseñanzas eran malignas, pues nuestro Mesías constantemente acusaba a la clase religiosa judaica de ser “hipócrita”, y parece ser esta la razón por la que el judaísmo rabínico desarrollaría toda una idea que no es Bíblica alrededor de la expresión “Lashón Hará”.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cierran el Reino de los Cielos delante de los hombres; y ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quieren entrar.
Mateo 23: 13
Si el Mesías hubiera vivido en este tiempo, sin lugar a dudas, para callarlo, por cada expresión que Él diera lo tacharían y señalarían como “lashón hará”, porque eso es lo que busca este término.
En Hebreo Bíblico, no el moderno, la palabra hipócrita es “Janef” que se refiere a aquel que actúa fingidamente y con su actuar o sus palabras conlleva a la iniquidad a otros.
El hipócrita con la boca daña a su prójimo. Mas los justos son librados con la sabiduría.
Proverbios 11: 9
En la Biblia sí se habla de guardar nuestra lengua del mal; es decir, de hablar lo que no es verdad o engañoso, ni conforme a lo establecido en la Toráh. Pero, nunca se condena al que denuncia con la verdad.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Salmos 34:13
En la Biblia nunca se condena ni se reprende a aquel que, con verdad, señala el pecado de otros, pues esa era, y es, la función de los profetas y hombres de Dios, y no por eso ellos tenían “lashón hará”. Lashón Hará prácticamente resulta como una mordaza para impedir que se hable señalando con verdad el mal, y quien lo señala termina siendo acusado de ser maligno.
En la Biblia se habla de la “lengua mentirosa” “leshón shaquer”.
Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí; han hablado de mí con lengua mentirosa.
Salmos 109: 2
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente.
Proverbios 6: 17
También de la “lengua traicionera” “lashón remiyáh”.
Libra mi alma, oh YHWH, del labio mentiroso, y de la lengua traicionera.
Salmos 120: 2
También de la “lengua perversa” “leshón tahpujáh”.
La boca del justo producirá sabiduría; mas la lengua perversa será cortada.
Proverbios 10: 31
Otra es “leshón havot” “Lengua destructora”.
El malo está atento al labio inicuo; y el mentiroso escucha la lengua destructora.
Proverbios 17: 4
Así que, para qué usar términos de judaísmo rabínico que tienen un propósito totalmente contrario al de Dios, si se pueden usar expresiones como las anteriores. Hoy, por una fiebre de judaísmo, muchos por desconocimiento del tema usan esa expresión, la cual no es Bíblica.
Por tanto, no acuses a nadie de “lashón hará” por el mero hecho de decir una verdad que duele, porque terminarás tú siendo realmente un ‘leshón shaquer’ o ‘lashón remiyáh’.