Uno de los problemas del ser humano es dejarse llevar fácilmente por sus pasiones y pensamientos, y basado en ello juzgar las cosas y a las personas. No hay nada más peligroso que eso, ya que por lo general se deriva en un juicio injusto.
El Señor y Mesías Yeshúa no dice que no podamos juzgar, lo que Él dice es que, si vamos a hacer algún tipo de juicio, debemos hacerlo de manera justa. Y para lograrlo, no lo podemos hacer por lo que parece, o por las apariencias, sino teniendo todos los elementos suficientes para hacer un justo juicio.
Y para ello debemos empezar por lo más básico y simple, conocer a fondo las historias y los testimonios de lado y lado. Si solo escuchamos un solo lado de la historia terminaremos siendo injustos y señalando equivocadamente a alguien. Si es que queremos hacer un justo juicio nuestro deber es indagar y conocer completamente las dos caras de la moneda.
Mucha gente termina señalando injustamente a otros, habiendo solo escuchado una parte de la historia, y no se dan cuenta que de esa manera están pecando porque empiezan a juzgar sin los elementos suficientes. Que no caigamos en esta trampa tan sutil del enemigo, que nos llevará un camino en el que terminaremos difamando de nuestro prójimo, terminaremos pecando.
“No juzguen por lo que aparentemente ven, sino juzguen con justo juicio.”
Juan 7:24
