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¿El Etrog, Verdad o Mito?

En la actualidad la Fiesta de Sukot es celebrada por el Judaísmo Rabínico con cuatro especias que son muy destacadas, entre ellas una fruta conocida con el nombre de Etrog.

Pero, ¿habla la Toráh realmente del Etrog, o es una asimilación de tradiciones meramente humanas?

El judaísmo moderno entiende la frase de la Toráh “perí ets hadar” (פְּרִי עֵץ הָדָר) registrada en Levítico 23, como una referencia a esta fruta. Pero, en realidad la frase dice “fruto de árbol hermoso”, en el hebreo Bíblico. Sin embargo, ha sido tal la influencia rabínica, que la palabra “hadar” que significa “hermoso” bíblicamente, ha tomado el significado de “cítrico” en el hebreo moderno.

En realidad en el hebreo Bíblico, “hadar” significa “ornamento”, en referencia a los ornamentos que hacía que la hermosura o belleza de algo resaltara. Por eso, en la antigüedad, se entendía que cualquier árbol que diera fruto era hermoso, ya que sus frutos lo ornamentaban. Así que, sencillamente se usaba cualquier tipo de fruta que se cosechara en la temporada de Sukot, y claramente en la tierra de Israel estos frutos eran granadas, uvas, dátiles e higos.

Pero, ¿por qué un cítrico, del cual no hay registro de él en la tierra de Israel, sino después del exilio babilónico, vino a ser la fruta por excelencia en Sukot para el judaísmo?

Empecemos diciendo que la fruta es originaria de China. Esta fruta en verdad no es apetitosa por lo insípida y amarga que es. La fruta empezó su viaje de China a la India donde empezó a usarse como remedio casero para problemas gastrointestinales, de ahí su nombre latino, “Citrus medica”, y rápidamente se convirtió en un amuleto que simbolizaba la fertilidad. De la India pasó a Irán, cuando el Imperio Persa conquistó el noroeste de la India.

Cuando la tierra de Israel quedó bajo control persa, hacia el 540 A.E.C. el Etrog se extendió también allí. Y se convirtió en una de las primeras frutas extranjeras en ingresar a la tierra de Israel según lo han estudiado los expertos, sobre todo porque su uso era más de tipo de amuleto, de buena suerte, de bienestar, de fertilidad. Para ese momento no se usaba el “Etrog” para “Sukot”, sino como amuleto.

El nombre hebreo que se definió para esta fruta, “Etrog”, deriva del nombre que los persas dieron a esta fruta, “turung”, que en el español es “toronja”. Éste a su vez tomó del nombre árabe que se usa para “cidra”, “itranj”, el cual es mencionado en la literatura hadiz, que está asociado al hebreo y arameo, idiomas semíticos.

El uso del “Etrog” como una fruta especial en los ritos y ceremonias del judaísmo rabínico, solo se puede rastrear hasta el Siglo VI E.C. Se han encontrado pinturas de la Menoráh rodeada de “Etroguim”. Muchos siglos después de la destrucción del Templo y de Jerusalem. Y fue Rambán (1194 – 1270) quien sugirió que “Hadar” la palabra que usa la Toráh, era el nombre original hebreo para la “Cidra” y a partir de allí “Etrog” es la fruta que se usa para ello, y su influencia fue tan poderosa, que la palabra “Hadar” que significa “Hermoso” llegó a significar “Cidra”.

Sin embargo, entendemos que “Hadar” no es “Cidra”. La cuestión es que para el tiempo de Rambán el uso como amuleto de buena suerte del Etrog era tan común, que lo terminaron integrando a la Fiesta de Sukot, como un elemento propio de la Fiesta. Era como la penca de sábila o aloe que se usa en Latinoamérica para la buena suerte y protección de malos espíritus.

Y así, una fruta que no era originaria de Israel, ni que se menciona en la Toráh, forzosamente se convirtió en la fruta más popular en la forma en que el Judaísmo Rabínico celebra Sukot.