En el Imperio Romano se desarrolló lo que se conoce como “Imperium y Ordo Iudiciorum Privatorum”, que se refiere al Gobierno y el Orden de los Tribunales Privados. Ante estos Tribunales por lo general llegaban los hombres que ejercían la “Patria Potestad”, es decir, un esposo o padre que representaba a su esposa o hijo en un tribunal.
El hombre se presentaba “por medio de un compromiso de juramento” ante el Tribunal. Este Tribunal estaba compuesto en lo general por el “Rex”, quien naturalmente era el Magistrado Supremo al que correspondía en “imperium y la iurisdictio”, es ecir, el “gobierno y la jurisdicción” por tanto, el proceso civil era de su incumbencia.
También estaban los Magistrados, como Auxiliares del Supremo, quienes eran esencialmente los cónsules, procónsules, pretores, ediles, tribunos o jueces y censores.
El apóstol Shaúl (Paulo), un conocedor profundo del derecho romano hace alusión a estas figuras y se presenta bajo la modalidad de la “Patria Potestad” en representación de su hijo espiritual Timoteo, ante el Tribunal Supremo del Cielo. Con las figuras de el Padre Celestial y Su Hijo Amado.
En el texto de 2 Timoteo escrito por Paulo, él usa la expresión griega “tu Theu”, o sea, “el Dios” y cuando se usa esta forma en griego acompañada del artículo, se sobreentiende que se trata de un Nombre Propio, ya que en griego la forma personal de referirse a alguien por su nombre es acompañado del artículo, por ejemplo, “el Juan”, “la María” etc., por tanto, se está usando como Nominativo de YHWH. Y usa la conjunción copulativa “kai” para mostrar a la otra parte, es decir a Yeshúa.
Ahora bien, en el derecho penal Hebreo existía la normativa de los “Dos Testigos” para que un compromiso o testimonio fueran válidos, y obviamente sólo se juraba en Nombre de YHWH, según lo enseñado en la Toráh. Entonces uniendo todas estas ideas, el apóstol escribió:
2 Timoteo 4:1-2 Te comprometo en juramento en presencia de Elohím y también de Yeshúa Mashíaj, quien juzgará a los vivos y a los muertos en su Venida y en su Reino: Predica conforme a la Palabra y párate firme en ello, sea en una buena temporada establecida o por fuera de una temporada establecida, amonesta, reprende, exhorta y enseña con total paciencia.
Paulo, como representante, comprometió en juramento a Timoteo, ante el Tribunal de Elohím, o sea, YHWH como Magistrado Supremo, y ante Yeshúa Mashíaj como Magistrado que tiene la función de Tribuno o Juez, a que Timoteo predicaría conforme a la Palabra y debía permanecer firme en ello.
¡Qué tremenda responsabilidad la que tenemos ante el Tribunal Supremo!