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Amarás al Señor tu Dios

La Biblia enseña: “Amarás a YHWH tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu fuerza.” (Deuteronomio 6:5).

Vemos a través de este pasaje que se exige del ser humano que ame al Eterno Dios en tres áreas de su vida; no en una de tres, o dos de tres, sino tres de tres.

La primera es el “corazón”, en hebreo “lebáb” o “leb”, que hace referencia a la voluntad o libre albedrío, al deseo, al intelecto o entendimiento para tomar decisiones y proponerse metas u objetivos.

La segunda es el “alma”, en hebreo “néfesh”, que hace referencia a lo que somos, el ser, nuestra esencia, nuestra vitalidad.

La tercera es la “fuerza”, en hebreo “meodejá”, esta es una fuerza especial, pues es la fuerza de los bienes o recursos económicos con los que cuenta el individuo, es decir con lo que tenemos, con lo que poseemos, con nuestras riquezas.

En resumen, debemos amar al Eterno Dios con nuestra voluntad, con lo que somos y con lo que tenemos.