A lo que nosotros actualmente conocemos como “arrepentimiento” en hebreo se le conoce como “teshuvâh” “
En el pensamiento antiguo hebreo, un verdadero “arrepentimiento” tenía varias etapas para estar completo.
La parábola del hijo pródigo contada por Yeshûa el Mesías es un ejemplo perfecto de esto. Para hacer un verdadero “Retorno” hay que tener en cuenta las siguientes etapas:
- Reconocimiento del pecado o de la trasgresión, es decir la disposición mental de reconocer el error cometido, pensar para sí mismo, conocida en hebreo como “hakarât hajet”: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: -Padre, he pecado contra el cielo y contra ti-.” (Lucas 15:18). Compare con (1 Juan 3:4)
- Remordimiento, es decir la tristeza que se siente por la pérdida que hemos tenido por la trasgresión hecha, conocida como “jaratâh”: “Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo, hazme como uno de tus jornaleros.” (Lucas 15:19) Compare con (2Corintios 7:10-11)
- Abandono del pecado, es decir apartarse del camino que nos llevó al mal o al error en el que se hemos caído, darse la media vuelta y volver por el camino, conocida como “netishâh hajet”: “Y levantándose, volvió a su padre.” (Lucas 15:20) Compare con (2Crónicas 6:36-39)
- Confesión, es decir el momento en el que se reconoce públicamente el pecado frente a quien se cometió, conocida como “vidûi”: “Le dijo entonces el hijo: -Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo-.” (Lucas 15:21) Compare con (Salmo 32:5; Santiago 5:16)
- Restitución, resultado de lo anterior vendrá el ser devuelto al lugar del que se había caído, conocida como “shalâm”: “Pero el padre dijo a sus siervos: -¡Pronto, saquen el mejor vestido y vístanlo, y pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies!-” (Lucas 15:22) Comparar con (Joel 2:25)
De lo anterior entendemos lo dicho por el profeta: “Abandone el impío su camino, y el inicuo sus pensamientos, y VUÉLVASE a YAHWEH Dios nuestro, el cual tendrá de él misericordia y será amplio en perdonarle.” (Isaías 55:7)
