Conceptos y Vocabulario

Antes de empezar a leer y estudiar esta traducción, le invitamos a que primeramente conozca los conceptos, lo que le permitirá comprender exactamente el mensaje de esta Carta. También a que se familiarice con el vocabulario, pues intentamos preservar los nombres propios de personas y regiones tal como son en su idioma, ya sea hebreo, griego o algún otro.


Adón: Título hebreo de Señorío. Significa Señor, Amo o Dueño. La palabra griega que se utiliza en los Escritos conocidos como “Nuevo Testamento” es “Kyrios”, la cual se usa comúnmente en dos escenarios; uno como un eufemismo o reemplazo del Nombre Sagrado YHWH; el otro para referirse propiamente al título hebreo “Adón”. A fin de ayudar al lector para saber a cuál de los dos escenarios se refiere, hemos tenido en cuenta el contexto de lo que se está diciendo en la carta. Así que, en esta traducción traduciremos “Kyrios” como “YHWH” cuando evidentemente el texto se esté refiriendo al Nombre Sagrado; y como título “Adón” en referencia propiamente al título de “Señorío”. Así el lector podrá tener una mayor compresión de lo que el texto está diciendo.

Alimento: Cuando en esta carta se habla de carne como alimento o comida, se refiere exclusivamente a la carne de los animales que, en la Biblia, en hebreo, se les denomina como “tahor”, es decir, “puro”; ya que nunca un animal “impuro”, que en hebreo es “tamé”, es considerado como alimento o comida. Por ejemplo, el cerdo, al igual que el ratón, es “tamé” “impuro”, lo que significa que jamás es considerado como un animal comestible, apto para el consumo humano. Así que, cuando se habla de alimento, siempre se refiere a los animales “puros”, que son los que en la Biblia se consideran como comida.

La problemática que había en Roma para los creyentes al ser una región pagana, era que la mayoría de animales en el momento de ser sacrificados para su comercialización y venta en las plazas, primeramente se consagraban a las deidades romanas, y esto era así tanto para animales puros como impuros, pues los romanos no hacían diferencia alguna; por lo que muchos creyentes pensaban que, aun los animales puros al ser consagrados a las deidades romanas ya quedaban “impuros”, y por eso, algunos preferían no consumir esas carnes, y optaban por una dieta basada solo en vegetales, pues los vegetales no eran consagrados a las deidades. Aquí la cuestión no se trataba de si podían o no comer carne de animal “impuro”, pues los creyentes sabían muy bien que no debían hacerlo; la cuestión era si podían comer carne de animal “puro” que había sido consagrado a las deidades romanas en el momento de ser llevado al matadero, en eso se centraba la discusión, por lo que unos decían que sí se podía y otros decían que no.

Para saber más sobre los animales aptos o puros para comer, en hebreo “tahor”, y los no aptos o impuros, en hebreo “tamé”, le invitamos a que lea el libro de Vayiqrá – Levítico capítulo 11.

Amoráh: Nombre hebreo. Al español Gomorra.

Bajo Toráh: Es un hebraísmo. Se entiende como “estar señalado o acusado por ser transgresor o violador de la Toráh”. “Bajo Toráh” también se entiende como “Bajo [acusación de] Toráh” o “Bajo [condena de] Toráh”; es decir, así como una persona es condenada o acusada por violar las leyes de su nación, también quien viola la Toráh queda bajo condenación o acusación. Esta expresión se usaba entre los hebreos para indicar que algún individuo había violado la Toráh en uno de sus Mandamientos, por lo que el individuo quedaba señalado o acusado, y entonces el peso de la Toráh estaba actuando contra él. En español usamos una expresión similar cuando nos referimos a alguien que ha cometido un delito y pedimos que, “le caiga todo el peso de la ley”.

Bajo Gracia: Es la expresión contraria a “bajo Toráh”, que obviamente, vendría a significar lo opuesto, o sea, estar señalado por la gracia, por ser cumplidor de la Toráh, por tanto, estar defendido o protegido. En el contexto hebreo, la palabra “jen”, es decir, “gracia”, era la condición favorable en la que se hallaba a una persona frente a la examinación de su vida y conducta, que alguien superior en jerarquía hacía sobre esa persona. Esto se podía ver frecuentemente en los estrados judiciales, en el que el señalado o acusado de algún delito, salía inocente después de haber sido examinado su caso por parte de un juez; y si resultaba inocente, entonces se decía que había sido hallado bajo gracia, por lo cual el juez le absolvía del delito que se le imputaba, pero si salía culpable, entonces se decía que había sido hallado “Bajo Toráh”.

Binyamín: Nombre hebreo. Al español Benjamín.

Circuncisión: Uno de los temas que el Apóstol va a abordar en esta Carta es el de la “circuncisión en la carne”, el cual fue tan crucial, que derivó en la discusión de lo que se conoce como “Concilio de Yerushalem”.Circuncisión: Uno de los temas que el Apóstol va a abordar en esta Carta es el de la “circuncisión en la carne”, el cual fue tan crucial, que derivó en la discusión de lo que se conoce como “Concilio de Yerushalem”.

Para la clase religiosa de entonces, la “circuncisión en la carne” se había convertido en el eje fundamental de su fe, a tal grado, que se enseñaba que era necesaria para la salvación. Se decía que nadie podía ser salvo ni cumplir la Toráh si no se estaba circuncidado en su carne. El problema es que muchos de los nuevos creyentes en Yeshúa Mashíaj, que venían de los yehuditas, seguían influenciados por esta enseñanza, y no querían renunciar a ella, y más bien la querían imponer a los creyentes de entre las naciones o gentiles.

“1 Y algunos que habían llegado desde Yehudáh, estaban enseñando a los hermanos: Si ustedes no son circuncidados a la manera de Moshéh, no podrán ser salvos” (Hechos 15:1).

“5 Pero algunos que pertenecían a la secta de los perushim [fariseos], y que habían creído, se levantaron diciendo: Es obligatorio que ellos se circunciden, por tanto, hay que ordenarles que cumplan esta ley de Moshéh. 6 Por lo cual se reunieron los apóstoles y los ancianos para considerar este asunto” (Hechos 15:5-6).

Observamos que los religiosos se referían a la circuncisión como una ley que pertenecía al profeta Moshéh y por ende a la Toráh, desconociendo que la circuncisión fue dada como una señal al patriarca Avraham. Así, conectaron la “circuncisión en la carne” como la ley central y principal de la Toráh. Y esto ha sido tan fuerte desde entonces que, hasta la actualidad, se exige la “circuncisión en la carne” como evidencia de conversión de una persona al judaísmo.

Así, la circuncisión en la carne terminó siendo una ley, conocida como “ley de circuncisión” y que el Apóstol va a comparar con la justicia de la fe, para demostrar que la herencia de los creyentes y la salvación, no dependían de la “circuncisión en la carne” como lo enseñaba la clase religiosa. Por tanto, para aquellos creyentes en Mashíaj que venían de entre las naciones o gentiles, la circuncisión física en la carne no era una obligatoriedad. Aunque, el Apóstol sí creía que la circuncisión física seguía vigente y debía ser hecha a todo creyente, pero no en la carne, sino, a través del acto de la Inmersión en agua.

“11 En Él ustedes han sido circuncidados con una circuncisión que no se hace por medio de mano de hombre, habiéndose ustedes despojado del cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión del Mashíaj que es la Inmersión en agua, 12 en donde ustedes son sepultados con Él, y también son resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Elohím que lo levantó de los muertos” (Colosenses 2:11-12).

De ahí la instrucción Apostólica dada a todas las Congregaciones de Yeshúa Mashíaj:

“17 Esto es lo que ordeno en todas las Congregaciones: ¿Alguno fue llamado ya circuncidado en la carne? ¡Que no simule tener prepucio! 18 ¿Alguno fue llamado siendo incircunciso de carne? ¡Que no circuncide la carne! 19 Pues, tanto la circuncisión de la carne como la incircuncisión no son nada. Lo que sí es algo, es el cumplimiento de los mandamientos de Elohím. 20 Así que, cada uno debe permanecer en la condición en que fue llamado” (1 Corintios 7:17-20).

Así que, todo creyente en Mashíaj debe tener dos circuncisiones: Una es la espiritual en el Corazón. La otra es la física que es en la Inmersión en agua en Yeshúa Mashíaj, la cual reemplaza a la física en la carne.

Congregación: El término que se suele usar en griego es “Ekklesía”, y en hebreo es “Qahal” o “Qehiláh”.

"Críos" e "Hijos": Vamos a encontrar en esta carta el uso de dos variantes de la palabra “hijo” en griego. La mayoría de las traducciones Bíblicas no hacen diferencia entre las dos palabras, por lo que ambas son traducidas como “hijos”; sin embargo, tienen una diferencia relevante. Una de las palabras griegas es “teknon” que significa “crío”, es decir, el hijo pequeño y que está en crianza o formación, bajo el auspicio y vigilancia del padre de familia; éste, aunque es “hijo”, no está en la condición legal de poder heredar aún, pero si aprueba toda la formación y requisitos impartidos por su padre, llegará el momento en que pueda convertirse en heredero legal. La otra palabra griega es “jyios” que hace referencia al “hijo” adulto, el hijo maduro que ha concluido con éxito la formación impartida por su padre, por lo que ha sido calificado y aprobado como aquel que puede heredar legalmente, y por ende manejar los negocios del padre y la familia. Así que “teknon” es el hijo en formación, en crianza; mientras que “jyios” es el hijo ya formado. Por eso, cuando en el texto griego aparezca la palabra “teknon”, en esta versión será traducida como “crío”; y cuando aparezca “jyios” se traducirá como “hijo”. Marcando así la diferencia que hay entre el uno y el otro, sin desconocer que ambos son hijos de familia.

A nuestro Adón Yeshúa siempre se le va a llamar en las Escrituras con el sustantivo calificativo “Jyios”, y solo una vez se le llamará “teknon”, y justamente sucede cuando Yeshúa aún era un niño en formación o crianza, y sus padres lo buscaron afanosamente después de habérseles perdido.

“48 Cuando lo vieron, se maravillaron, y su madre le dijo: “Crío”, ¿por qué has hecho esto con nosotros? Mira, tu padre y yo te estábamos buscando con angustia” (Lucas 2:48).

Dentro de este marco de legalidad de los hijos, también vamos a encontrar una expresión griega que es “jyiothesía”, que la mayoría de las Biblias han traducido como “adopción”, pero que usted encontrará en esta versión traducida como “constitución de hijos”; pues la “jyiothesía” se trataba del reconocimiento que el padre de familia hacía, respecto a su “crío” “teknon”, cuando finalizaba con éxito su proceso de formación, y pasaba a ser un “jyios”, es decir un hijo formado plenamente para representar legalmente, incluso a su padre, entonces se hacía una especie de reconocimiento llamado “jyiothesía”, el cual se celebraba con un banquete que ofrecía el padre de familia en honor de su hijo formado (graduado), y lo hacía con la entrega de una prenda de vestir nueva de mangas largas (como una toga), que en hebreo se conoce como “ketónet pasim”, (que es la prenda de vestir que recibió Yosef de parte de su padre Yaaqov), y que identifica al hijo formado, es decir un “jyios”; también se acostumbraba a darle un anillo personal, que sería su sello o firma legal (como un diploma).

Dawid: En la mayoría de las Biblias aparece como David. Hemos tratado de preservar la forma fonética hebrea que había en la antigüedad.

Días Santos: Para los creyentes los días santos marcados o señalados en las Sagradas Escrituras, especialmente en la Toráh, eran muy importantes. Estos Días están ordenados especialmente en el libro de Levítico 23. Sin embargo, había algunos que opinaban que unos días santos eran más importantes que otros; por ejemplo, había quien creía que el día de Shabat era más importante que un día de Rosh Jodesh (Inicio de Mes). O que un Día de Yom Kipurim era más sagrado que un Día de Shabat semanal. Pero, había otros creyentes que opinaban que todos los Días ordenados en las Santas Escrituras como Sagrados eran igualmente importantes. Y esto había generado una discusión fuerte y grave entre los creyentes de Roma.

Elohím: Es una palabra hebrea en plural. Su singular es Elóaj, que comúnmente se traduce como “Dios”, tomando como base la expresión griega “Theós”. Es preciso saber que este título se le asigna al Padre Eterno, y también a su Hijo Yeshúa; pero de igual forma, tanto a los seres espirituales como a los seres humanos, también se les llamaba “elohím”. Es un título que comúnmente se le daba a quien ejercía autoridad y gobierno sobre alguien, y de igual modo a quienes ejercían el cargo de jueces en Yisrael. Por eso, al profeta Moshéh se le nombró “elohím” sobre Faraón y todo su imperio, pues él estaba encargado de llevar el juicio contra Egipto. También se dice del Satán que es el “elohím” de este mundo. Por tanto, entendemos que hay muchos “elohím”, pero que Yeshúa Mashíaj es el Elohím a quien el Padre Eterno ha puesto sobre todo lo existente, tanto en el cielo como en la tierra, pues el Mashíaj juzgará a todos.

Evangelio: Esta palabra griega se usaba mucho en la antigüedad, sobre todo, porque tenía un carácter militar. El “evangelio” en general se refería a las “buenas noticias” o “buenas propuestas”, es decir, los beneficios que el rey de un imperio ofrecía a todos los pueblos que se sometían a su mandato y sus leyes, y así le reconocían como su soberano. Si los pueblos aceptaban, recibían el favor y el cuidado del rey, eso sí, debían servirle a él; pero si un pueblo rechazaba el “evangelio” del rey, él enviaba a su poderoso ejército para arrasar a aquella nación o pueblo.

Fe: En el contexto hebreo la “fe”, que es “emunáh”, se define de forma básica y sencilla como “la confirmación de la Toráh”, así que, cada vez que veamos la palabra “fe”, debemos tener en cuenta esta definición, pues a diferencia de lo que piensa la mayoría de las personas, la fe no es contraria a la Toráh, sino que es la confirmación de la Toráh.

Gentiles: Cada vez que aparezca la palabra griega “helenes”, la traduciremos como “gentiles”. En la mayoría de las Biblias es traducida como “griegos”. Los “helenes” eran los “helenizados”, o sea que tenían las costumbres y creencias griegas.

Hoshea: Nombre hebreo. Al español Oseas.

Inmersión: Es el acto de fe conocido comúnmente como “Bautismo” en agua. El acto mismo viene de la práctica conocida en hebreo como “Teviláh”. En el caso del creyente en Yeshúa Mashíaj, se usaba y se usa para que, de manera física y observable, se dé testimonio público de confesión del Nombre de Yeshúa Mashíaj. La Inmersión en el Nombre de Yeshúa Mashíaj destaca dos momentos principales: El primero, cuando entramos en las aguas, su muerte. El segundo, cuando salimos de las aguas, su resurrección.

Justicia: En el contexto hebreo, siempre que se habla de la “justicia”, en referencia a la “justicia de Elohím”, se usa como un sinónimo de “Toráh”; pues, la Toráh es la que contiene la justicia de Elohím. Pero, hay que tener en cuenta que, no todas las veces “justicia” hace referencia a la justicia de Elohím, sino a la justicia humana, la que se busca por propios méritos humanos. Por lo que se recomienda al lector hacer el ejercicio de tener en cuenta esto, ya que es muy importante para entender la Carta.

Ley Oral: En el Judaísmo se habla de dos tipos de “Ley”, una la Ley Escrita, con la que se refieren a la Toráh. Y otra la “ley oral”, con la que se refieren a las interpretaciones que ellos les dan a los Mandamientos de la Toráh por parte de sus líderes. Por lo general son comentarios sobre los cuales se basan las tradiciones y costumbres del sistema religioso judaico, mismas tradiciones de hombres que nuestro Mashíaj Yeshúa denunció. Para el Siglo III e.c. esas enseñanzas orales fueron recogidas y compiladas en un manuscrito conocido como la Mishnáh, que a su vez hace parte del Talmud. Nosotros, como creyentes de Yeshúa Mashíaj, no aceptamos las enseñanzas de la “ley oral”, al igual que no fueron aceptadas por nuestro Mashíaj y sus Apóstoles en sus formas primitivas.

Mashíaj: Viene del hebreo. Significa “Ungido” o “Seleccionado” para algo específico. En los escritos griegos aparece el término “Jristós” y transliterado al español como “Cristo”. En el caso de Yeshúa fue “Ungido” como “El Hijo de Elohím”.

Moshéh: Nombre hebreo. Al español Moisés.

Naciones: Cada vez que aparece la palabra griega “ethnós” la traduciremos como “nación”, pues ese es su significado específico. La palabra “ethnós” es traducida en la mayoría de las Biblias como “gentiles” unas veces, y otras como “naciones”. Nosotros la traduciremos siempre como “naciones”.

Obras de Ley: Se refiere a un documento del Siglo I que recopilaba una serie de normativas humanas inventadas por parte del sectarismo religioso de aquel tiempo. Según los descubrimientos arqueológicos, la secta del Qumrán, conocida como los esenios, enseñaban que para poder cumplir la Toráh debían hacerlo basados en el documento conocido como “obras de ley”, pues de lo contrario estarían quebrantando la Toráh. Al parecer muchos de los nuevos creyentes en Yeshúa provenían de dicha secta, por lo que de alguna manera intentaban imponer este tipo de enseñanzas.

Observarán que no traducimos la expresión griega “ergon nomu” como “obras de la ley”, porque el artículo “la” no aparece en el escrito griego que se usó como base para la traducción. Cabe resaltar que la disputa del Apóstol era contra aquellos que pretendían obligar a los creyentes en Yeshúa Mashíaj a vivir conforme al escrito o documento llamado “obras de ley”, y jamás fue contra la Toráh, que es la Ley de Elohím. Por lo que la discusión central de esta Carta del apóstol Paulo se va a enfocar en desvirtuar el valor que algunos creyentes en Yeshúa Mashíaj le habían dado a ese documento religioso llamado “obras de ley”, y enfocarlos en la base fundamental de la enseñanza y la doctrina del creyente la cual está en la Toráh; ya que se enseñaba erróneamente que, no se podía cumplir la Toráh, si no se hacía conforme a “obras de ley”. A “obras de ley” también se le denominaba como “ley de justificación” u “obras de justificación”.

Ya nuestro Gran Rabino Yeshúa denunciaba este tipo de prácticas legalistas y religiosas en su tiempo:

“3 Él les respondió diciendo: Y ¿por qué ustedes violan el Mandamiento de Elohím por causa de su tradición?” (Matityáh - Mateo 15:3).

“6 Él les contestó: Excelentemente profetizó Yeshayáh acerca de ustedes, hipócritas, según está escrito: «Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí. 7 En vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres». 8 Haciendo caso omiso del Mandamiento de Elohím, ustedes se aferran a la tradición de los hombres. 9 Les dijo, además: ¡Qué maravillosa forma tienen ustedes de invalidar el Mandamiento de Elohím para establecer su tradición!” (Marcos 7:6-9).

“13 Ustedes invalidan la Palabra de Elohím con su tradición, la cual se transmiten de unos a otros, y hacen muchas cosas semejantes a éstas” (Marcos 7:13).

Pecado: La misma Biblia define “pecado” como “violación de la Toráh [Ley]” (Yojanán Álef – 1 Juan 3:4).

Rivqáh: Nombre hebreo. Al español Rebeca.

Sedom: Nombre hebreo. Al español Sodoma.

Shaúl: Nombre hebreo. Al español Saúl, Saulo.

Temporada Establecida: Esta expresión, tanto en hebreo “Moed” como en griego “Kairós”, se usa para designar a las Santas Convocaciones o Fiestas Solemnes de las que habla la Biblia, como el Shabat, o Fiestas tales como Pésaj, Shavuot, Sukot, etc.

Toráh: Comúnmente se traduce en la mayoría de las Biblia como “Ley”, pero esa traducción no hace justicia a todo su significado, ya que se queda muy por debajo de lo que verdaderamente es; más bien debe entenderse en su realidad, pues “Toráh” hace referencia a la misma “Palabra de Elohím” o su “Justicia”. La palabra hebrea “Toráh” viene de la raíz “yaráh” de la cual viene “temor”, y es la que se usa cuando se habla de tener el “temor de Elohím”, así que la Toráh es la que le permite al hombre llegar al temor de Elohím. La Toráh contiene todas las disposiciones o instrucciones que el Eterno ha dado para el hombre, a través de Mandamientos, Estatutos, Decretos y Testimonios. “Toráh de Fe”: Es el nombre que el apóstol Paulo va a usar en contraposición a “obras de ley”, en referencia a la misma Toráh, en la que debe estar basada nuestra fe, y no en algún otro documento inventado por hombres. En esta Carta el Apóstol, también va a usar el nombre de “Toráh de Elohím” en contraposición a lo que él va a llamar “ley de pecado”, que se refiere a la naturaleza carnal en el hombre inclinada al pecado. También la va a llamar como “Toráh del Espíritu”.

Tsevaot: Título hebreo. Al español Ejércitos.

Tsiyón: Nombre hebreo. Al español Sion.

Yaaqov: Nombre hebreo. Al español Jacob.

Yehudáh: Nombre hebreo. Al español Judea.

Yehudita: Nos referimos a “judío”.

Yeshayáh: Nombre hebreo. Al español Isaías.

Yeshúa: Nombre hebreo. Al español Jesús. Nombre del Hijo de Elohím, quien es el Mashíaj desde la eternidad y por la eternidad. Yeshúa es una variante contraída atestiguada en los manuscritos antiguos del Nombre “Yehoshúa”. También ha sido transliterado al español como Josué y Jesúa.

YHWH: Nombre del Elohím y Padre Eterno que se usa en las Escrituras Sagradas o TaNaK (lo que se conoce como Antiguo Testamento). Se aconseja leerlo con su fonación antigua atestiguada, YaHWéH, aunque es válida también la fonación tardía “YaHVéH. El uso de este Nombre no aparece en los escritos del Nuevo Testamento, por causa de la “ley de pena de muerte” impuesta por los grupos sectarios de aquel tiempo, por el solo hecho de usar o mencionar el Nombre de YHWH. El pronunciar el Nombre Sagrado estaba establecido por los extremistas religiosos como una “blasfemia”, lo cual era considerado un delito que se condenaba a muerte, debido a ello se usó un eufemismo o reemplazo, por lo que en griego se utilizó la palabra “Kyrios”, la cual se traduce al español de forma genérica como “Adón”. En esta traducción hacemos uso del Nombre Sagrado YHWH en dos escenarios; uno es cuando el Apóstol cita las Escrituras de la TaNaK, y en las cuales se encuentra atestiguado el uso del Nombre YHWH en el texto hebreo, entonces en vez de traducir “Kyrios” como “Adón”, lo traducimos como “YHWH”; el otro escenario es cuando, según el contexto, se evidencia que se está haciendo referencia al Elohím y Padre, y nuevamente, entonces en vez de traducir como “Adón” usaremos el Nombre Sagrado “YHWH”.

Yishay: Nombre hebreo. Al español Isaí.

Yitsjaq: Nombre hebreo. Al español Isaac.

Uso de Corchetes […]: A veces se hace necesario, a fin de ayudar al lector en su comprensión del texto, usar algunas palabras que no aparecen en el texto Bíblico de manera explícita, pero sí implícitamente, por eso, aparecerán algunas palabras entre corchetes […], para que el lector pueda tener el entendimiento correcto de lo que se viene hablando en la Carta. No pretendemos hacer uso de este mecanismo para adulterar o cambiar lo que dice la Carta, sino para ratificar lo que ella viene diciendo.

Uso de Comillas Laterales «…»: Las usamos para resaltar que en la Carta se está citando algún texto de la TaNaK (lo que se conoce comúnmente como Antiguo Testamento).