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¿POR QUÉ “YAHWEH” ES EL NOMBRE CORRECTO DEL ETERNO DIOS?

Veamos lo que enseña la Biblia:

El Nombre de Dios tiene la idea de ser “El Existente, el que será por siempre”, es decir el que se extiende sobre el tiempo sin ser afectado, hacia adelante y hacia atrás indistintamente. La idea de ser existente proviene de la raíz primaria hebrea “havah” “הָוָה” “El que está siendo”, que contiene tres de la cuatro letras del Nombre original que registra la Biblia: י ה ו ה – YHWH.

“Dijo además Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: -YHWH, el Dios de vuestros padres, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes. Éste es mi Nombre para siempre jamás, y éste será mi memorial de generación en generación-.”

Éxodo 3:15

“Yo soy YHWH ¡Éste es mi Nombre, y no doy mi gloria a nadie, ni mi alabanza a los ídolos!”

Isaías 42:8

“Y conozcan que solo Tú, cuyo nombre es YHWH, eres Dios sobre toda la tierra!”

Salmo 83:18

YHWH, debe ser entendido como el Nombre con el que Dios se reveló al ser humano. Es su Nombre inteligible a fin de que los hombres pudiéramos entender la realidad de Él. A las cuatro letras de su Nombre se les conoce comúnmente como Tetragrama o Tetragramatón, que en griego significa, “las cuatro letras” (Tetra: Cuatro; Grama: Letras).

“¡YHWH es mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación! A ti vendrán los pueblos desde los confines de la tierra y dirán: -Sólo mentira fue la herencia de nuestros padres, vanidad sin provecho alguno-. Si es el hombre el que se hace los dioses, entonces no son dioses. Por eso, he aquí lo que les voy a dar a conocer, esta vez les voy a mostrar la fuerza de mi brazo, y sabrán que mi nombre es YHWH.”

Jeremías 16:19-21

YHWH son las cuatro letras que en su equivalente hebreo fueron impresas por el dedo de Dios en las tablas que Él entregó a Moisés en el monte, y estas cuatro letras representan y conforman el nombre del eterno Dios dado a conocer a los hombres. Para deletrearlas hay que tener en cuenta que se pronuncian de derecha a izquierda así: Yod, He, Wav, He. (י ה ו ה)

Pero, el hebreo bíblico antiguo carecía de vocales por lo cual, ¿cómo podríamos saber su pronunciación? Aunque más adelante vamos a ver varios testimonios de cuál era la pronunciación del Nombre, veamos cómo podemos llegar a un entendimiento en cuanto a su pronunciación.

Primero, tenemos que había una forma muy usual de llamar a Dios. Se trata en realidad de una contracción de su Nombre, esta forma está presente aun en muchos de los nombres y es “Yah” “יָהּ”. Vemos que el mismo Moisés hizo uso de ella:

“YaH es mi fortaleza y mi cántico, Él me ha sido por salvación. ¡Éste es mi Dios!, y lo alabaré, ¡Dios de mi padre!, y lo exaltaré.”

Éxodo 15:2

Como bien hemos dicho esta contracción se encuentra en innumerables nombres hebreos. Veamos solo algunos ejemplos: (Isaías – Yeshayah – YaH ha salvado), (Jeremías – Yirmeyah – nombrado por YaH), (Nehemías – Nemeyah – Reconfortado por YaH), (Abdías – Ovadyah – siervo de YaH), (Sofonías – Tzefanyah – YaH proteje), (Zacarías – Zejaryah – YaH ha recordado).

Por lo tanto, ya tenemos una pista de cómo se pronunciaba la primera parte del Nombre. Luego tenemos que el Eterno Dios le dice a Moisés en Éxodo 3:14, que informe a los hijos de Israel que “Seré” “Ehyeh” “אֶהְיֶה” lo ha enviado; luego en el v. 15, le ordena a Moisés que enseñe a Israel que YHWH sería su nombre con el que se daría a conocer por todas las generaciones.

Teniendo que ya sabemos la pronunciación de la primera parte del Nombre y que, el Eterno se identifica con el verbo “seré” que tiene dos vocales “e cortas” llamadas “segol”, no es difícil entonces deducir que la segunda parte va con una “segol”.

Ahora bien, para que no haya dudas al respecto veamos otra forma. Debemos entender que en el idioma hebreo el verbo “ser” no tiene conjugación en tiempo presente. Pero, “ser” sí tiene pasado y futuro. Por ejemplo, si yo quiero decir en hebreo “Yo soy Adam” sería “aní Adam o anojí Adam” que traducido literalmente sería “Yo Adam”, por lo tanto, cuando traducimos al español implícitamente sabemos que dice “Yo soy Adam”

Entendiendo lo anterior, tenemos entonces, que el verbo “ser” en pasado que es “era”, en hebreo es “hayah” “הָיָה”. Y el verbo “ser” en futuro que es “seré”, en hebreo es “ehyeh” “אֶהְיֶה”. Si en el grafema YHWH intercalamos la primera vocal del tiempo pasado que es una “a larga” o “camats” que está debajo de la “He” “הָ”; y la última vocal del futuro, que es una “e breve” o “segol” que está debajo de la “Yod” “יֶ” nos quedaría: finalmente “YaHWeH.

Por eso, decimos que el Eterno Dios, es el que Era y el que Será, y que YHWH es el nombre con el que Dios se manifestó al hombre desde la antigüedad. Por lo cual, cada vez que aparece YHWH leemos YaHWeH.

La Enciclopedia Judaica, Vol. 7- Pág. 680, nos cuenta un hecho muy importante sobre el Nombre de YHWH: “La verdadera pronunciación del nombre YHWH nunca se perdió. Varios escritores griegos de la Iglesia Cristiana testifican que el nombre se pronunciaba: –YAHWEH-. Esto se confirma, al menos por la vocal de la primera sílaba del nombre, por la forma más corta, Yah, la cual se utiliza a veces en la poesía (por ejemplo, Éxodo 15:2) y la “yahu” o “yah” que sirve a la final de sílaba de los nombres hebreos muy numerosos.”

Sigue diciendo: “YHWH, el nombre personal escrito, al menos hasta la destrucción del Primer Templo en el año 586 a. C. fue pronunciado regularmente con sus vocales adecuadas, como se desprende de las Cartas de Laquis, escritas poco antes de esa fecha. Pero, al menos por el siglo III a. C. la pronunciación del nombre YHWH se evitó y Adonay, lo sustituyó.

Observe que es la misma Enciclopedia Judía que da testimonio que los primeros “cristianos” usaban el nombre “YAHWEH”, esto como parte de rescatar del anonimato el nombre del Eterno Dios al que los mismos judíos lo habían sometido por temor a que los gentiles lo tomaran en vano.

James Pritchard, en su libro “La sabiduría del Antiguo Oriente” Pág. 252 dice: “Cuando los babilonios, comandados por Nabucodonosor, invadieron Judá, Laquis y Azeca fueron las dos últimas ciudades fortificadas que cayeron antes de que Judá fuese tomada. Las llamadas Cartas de Laquis escritas en ostraca [concha o fragmento de cerámica], dieciocho de las cuales fueron halladas en Tell ed-Duweir en 1935 y tres más en 1938, parecen estar relacionadas con este período. Una de las cartas tiene expresiones legibles en las cuales se nombra expresamente el nombre de Dios, lo que demuestra que era una práctica habitual en la época: ¡Quiera Yahweh, que mi señor oiga hoy buenas noticias!”

Por lo tanto, ya has aprendido que el Nombre verdadero del Dios Eterno y Creador del Universo es YAHWEH. Ahora, dalo a conocer.