Yehudáh Ish-Qeriyot, más conocido como Judas Iscariote, no se ahorcó, sino que se desnucó.
Lo que quiero decir es que, la costumbre antigua del medio oriente no era amarrar una soga a un árbol y luego ponerla en el cuello de la persona y quedar colgando como típicamente conocemos el ahorcamiento.
La costumbre antigua era atar una pesada piedra con una soga y luego amarrar el otro extremo de esa soga al cuello, entonces la piedra se lanzaba sobre un terreno con desnivel, con caída, y el peso mismo de la piedra, más la velocidad que tomaba, desnucaba a la persona, sin embargo, por la inercia que llevaba el cuerpo, debido al arrastre de la piedra, la cabeza de la persona terminaba estrellándose sobre el suelo, rompiendo así su cráneo, lo que terminaba siendo una muerte y una imagen horrible para quienes encontraban el cadáver.
Otros usaban el mismo método, pero lanzaban la piedra donde hubiera aguas profundas, pues si no morían de desnucamiento, morían ahogados por el peso de la pierda que lo arrastraría al fondo.
En el caso de Yehudáh (Judas), él adquirió un terreno, y en ese mismo terreno se suicidó a través del acto del desnucamiento.
Y arrojando las monedas de plata en el Santuario se retiró de allí; y fue y se desnucó.
Mateo 27:5
En aquellos días, estando reunidos un número como de ciento veinte hermanos, Petro se levantó en medio de ellos, y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura que el Espíritu del Santo habló antes por boca de Dawid acerca de Yehudáh, que fue quien guio a los que arrestaron a Yeshúa, y era contado entre nosotros, y tenía parte en este ministerio. Éste, de hecho, con el salario de su injusticia obtuvo un terreno; y cuando cayó de cabeza, ésta se partió por la mitad, y también todos sus intestinos se le salieron. Y esto fue conocido por todos los habitantes de Yerushalem, de manera que, a aquel campo le llamaron en su propio dialecto, “Jaqel-Demá”, que quiere decir, “Terreno de Sangre”
Hechos 1:15-19