A veces estamos tan absortos por esta vida, que se nos olvida que continuamente estamos siendo pasados por balanza delante del Eterno Elohím.
Eso fue lo que le sucedió a Belshatsar, el hijo del rey Nevujadnetsar [Nabucodonosor], que a pesar de haber oído todas las cosas que le sucedieron a su padre, no quiso reconocer al Único y Verdadero Elohím YHWH. En el libro de Daniyel se atestigua lo sucedido.
Y tú, su hijo Belshatsar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto. Por el contrario, te has ensoberbecido contra el Amo de los cielos, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus grandes, tus mujeres y tus concubinas están bebiendo en ellos, y además de esto, diste alabanza a dioses de plata y oro, de bronce, de hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni saben, pero al Elóaj en cuya mano está tu aliento, y cuyos son todos tus caminos, nunca glorificaste.
Daniyel 5:22-23
El resultado del orgullo y soberbia del rey Belshatsar fue ser hallado falto de peso en la balanza del Eterno Creador, por lo que recibió una Sentencia Divina de condena.
Esta es, pues, la escritura que fue trazada: Mené [Medido], Mené [Medido], Tekel [Pesado] y Parsín [Cortado]. Y esta es la interpretación del asunto. Mené [Medido]: Elóaj ha medido tu reino, y le ha puesto fin. Tekel [Pesado]: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto de peso. Perés [Cortado]: Tu reino ha sido cortado, y dado a Maday [Media] y a Parás [Persia]. En aquella misma noche, Belshatsar rey de los kasditas [caldeos] fue muerto.
Daniyel 5:25-30
No olvidemos, que todos estamos siendo pesados y medidos por el Eterno Elohím, que no seamos hallados faltos de medida y peso.