¿En Qué Nivel Estamos?
En la Biblia, en el Evangelio de Yojanán (Juan), hay un pasaje crítico entre nuestro Señor Yeshúa y Shimón. Yeshúa Mashíaj le pregunta dos veces a su discípulo, a quien Él llamó Kefá (Petros) si lo amaba, pero la respuesta en ambas ocasiones no fue que Shimón lo amaba, sino que lo quería. Es decir, su afecto por el Maestro no era tan intenso como el amor, sino un cariño por Él. Veamos el texto:
Juan 21:15-17 Luego de haber comido, Yeshúa le dijo a Shimón “Petros”: Shimón, hijo de Yonáh, ¿me amas más que éstos? Le dijo: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dijo: Pastorea mis corderos. Y le dijo de nuevo, por segunda vez: Shimón, hijo de Yonáh, ¿me amas? Le dijo: Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Shimón, hijo de Yonáh, ¿me quieres? Petros se entristeció de que la tercera vez le preguntara: ¿Me quieres? Entonces le dijo: Señor, Tú lo sabes todo; Tú conoces que te quiero. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
Observamos que dos veces Yeshúa le preguntó si lo “amaba”, y la respuesta de Shimón fue “te quiero”. A la tercera vez, Yeshúa ya no le preguntó si lo “amaba”, sino que se bajó al sentimiento que Shimón tenía por Él, y le preguntó si lo “quería”. Lo que podemos entender de este episodio es que Yeshúa siempre está dispuesto a bajarse a nuestro nivel, con el fin de que nosotros luego podamos subir al nivel que Él espera de nosotros.
¿En qué nivel estamos, en el de quererlo o amarlo a Él?