fbpx

Yeshúa no nació en Sukot (Sexto Argumento)

Más que un argumento, es un contraargumento. Los que teorizan con la idea de que Yeshúa nació en una Sukáh en la fiesta de Sukot, sólo tienen un texto que han convertido en su insignia para concluir que Yeshúa nació en una Sukáh. Veamos el texto:

Y el Logos se hizo carne, y habitó en tabernáculo entre nosotros, y contemplamos su gloria, gloria de ser el Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan 1:14

Con el texto anterior pretenden demostrar que esta es la prueba de que Yeshúa nació en una Sukáh. Pero ¿realmente el texto está diciendo que Yeshúa nació en una Sukáh?

En griego clásico había una palabra que se usaba para referirse a una “Sukáh” en hebreo, esa palabra griega era “Skené” como ya lo hemos mencionado en argumentos anteriores. La palabra que usó el evangelista fue “eskénosen” en relación a “skenoo” que significa “acampar”.

Para entender qué quiso decir Juan al usar la palabra “eskénosen” debemos tener en consideración, cómo está construida gramaticalmente. La situación es que la expresión está construida en aoristo, un concepto gramatical un poco complejo del griego clásico. La expresión está en aoristo, en modo indicativo y en voz activa.

El caso del aoristo se contempla la acción como puntual, pero no tiene tiempos, sino modos únicamente. Como es un aoristo indicativo, suele traducirse como un pretérito indefinido puntual, pero esto sucede porque se considera la acción en un punto y no en su proceso. Es por eso por lo que, se suele entender como una forma de pasado natural, pero no porque indique tiempo en sí.

Comprendo que lo anterior suena muy enredado para la mayoría que desconocen el idioma griego clásico, pero en pocas palabras, quienes leían en la antigüedad ese texto de Juan, jamás, nunca, interpretarían, deducirían o comprenderían que Juan estaba diciendo que Yeshúa nació en una Sukáh, porque la palabra “eskénosen” no significa “nació en una sukáh”, sino que significa “habitó, residió en una sukáh”. Y una cosa muy diferente es haber nacido o haber sido puesto en una sukáh, y otra es que durante toda su vida el Mesías en esta tierra residió o habitó en una Sukáh, que es lo que realmente dice el texto.

Entonces, si el texto nos está indicando de manera activa que Yeshúa residió o habitó toda su vida en una Sukáh, ¿a qué Sukáh se refiere? El apóstol Juan ya lo ha dicho: “Y el Logos se hizo carne”. Así que, la Sukáh en la que habitó o residió fue su carne, su cuerpo. Esta idea también es desarrollada por el apóstol Pablo:

E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad, el cual se manifestó en carne, justificado en el Espíritu, visto por los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo y recibido arriba en gloria.

1 Timoteo 3:16

Porque sabemos que si nuestra habitación terrenal, la cual es este tabernáculo (skenos – sukáh), es destruida, tenemos de parte de Dios una edificación, la cual es una habitación no hecha por manos, sino eterna en los cielos. Y estando en ésta, gemimos, anhelando ser revestidos de nuestra habitación celestial.

2 Corintios 5:1-2

Por tanto, cuando los antiguos, leían el texto de Juan en griego clásico, entendían no que Yeshúa nació en una Sukáh, eso jamás se les hubiera pasado por la mente, sino que era el cumplimiento de lo que estaba profetizado, que el Señor habitaría o moraría en medio de ellos. Veamos:

Y harán un Santuario para Mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que Yo te muestro, al modelo de la Habitación y al modelo de todos sus utensilios, así lo haréis.

Éxodo 25:8-9

Y habitaré en medio de los hijos de Yisrael, y seré su Dios. Y ellos conocerán que Yo soy YHWH, su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo, YHWH su Dios.

Éxodo 29:45-46

Y haré mi Habitación en medio de ustedes, y mi alma no los aborrecerá.

Levítico 26:11

Habitaré en medio de los hijos de Yisrael, y no abandonaré a mi pueblo Yisrael.

1 Reyes 6:13

Mi Habitación estará junto a ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Ezequiel 37:27

Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Tsion; porque he aquí, Yo vengo, y habitaré en medio de ti, declara YHWH.

Zacarías 2:10

Entonces oí una gran voz que decía desde el Trono: He aquí, el Tabernáculo (Skené – Sukáh) de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.

Apocalipsis 21:3

Así que, usar el texto de Juan como argumento de que Yeshúa nació en una Sukáh, demuestra un desconocimiento profundo del significado de la palabra “skénosen”, y por ende del idioma griego clásico.