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Por el Ojo de una Aguja

Hay una enseñanza que dio nuestro Maestro y Señor Yeshûa, de la cual se ha hablado mucho y se han intentado dar múltiples explicaciones al respecto de qué fue lo que quiso decir con su metáfora. Esta metáfora se conoce como la de “pasar un camello por el ojo de una aguja”. La pregunta es: ¿Qué significa esa expresión?

Esta historia real empieza con un hombre rico que acudió a Yeshûa para hacerle una pregunta que todo hombre debería hacerse: ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? Veamos el texto:

Al salir Yeshûa para seguir su camino, vino un hombre corriendo, e hincando la rodilla delante de Él, le preguntó: -Maestro bueno, ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?- Yeshûa le contestó: -¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios-. ¿Conoces los Mandamientos: -No adulteres, no mates, no hurtes, no digas falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre-? Él entonces, respondió: -Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Yeshûa, habiéndole mirado con amor le dijo: Solo una cosa te falta: -Anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas propiedades.Entonces Yeshûa, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuánta dificultad hay para los que tienen dinero, entrar en el reino de Dios! Los discípulos quedaron perplejos con sus palabras. Pero Yeshûa, retomando la palabra les dijo: ¿Cuán difícil es para ellos entrar en el reino de Dios? Pues, más fácil labor es atravesar un “camello” por el ojo de una aguja, que hacer entrar un rico en el reino de Dios.

Marcos 10:17-25

Al interrogante del hombre rico, el Maestro respondió en forma de pregunta, si conocía los Mandamientos, a lo que el hombre responde que sí, desde su juventud.

Luego Yeshûa le dice que le falta una sola cosa “vender” todo lo que tenía y darlo a los pobres.

Pero, ¿qué significa la palabra “vender”? La palabra griega que se tradujo como “vender” es “poléo” “πωλέω”, que significa, “canjear, trocar o comerciar algo”. La verdad es que la palabra “vender”  en griego no nos dice más que su propio significado. Pero, la palabra hebrea para “vender” sí. Sin duda Yeshûa debió haber usado en su lengua vernácula, el hebreo, la expresión “shavâr” “שָׁבַר”, que se traduce como “vender”, pero que también significa: “desmenuzar, desgajar, quebrantar, romper, deshilachar, deshilar.” Por lo general es usada para las ventas agrícolas o productos que dan las propiedades o tierras, como una acción de ir desgranando hasta que quede solo lo suficiente para la persona.

El significado “deshilar” es en el que nos centraremos y tendremos en cuenta para entender la metáfora, ya que también en el pensamiento hebreo antiguo, “vender” algo, tenía la idea de hacer más delgado, era como deshilar o deshilachar hasta tener obtener un fino hilo.

Ahora bien, del texto bíblico leído tenemos una expresión: “más fácil labor es atravesar un camello por el ojo de una aguja”. Ésta se ha intentado explicar de varias formas. Veamos algunas:

La primera es entender literalmente lo que el Señor habló. Es decir, que Él se refería a un “camello”, al animal como tal.

Los defensores de esta interpretación parten del hecho que existe un refrán o metáfora rabínica sobre “un elefante pasando por el ojo de una aguja”, pero este argumento presenta problemas, ya que no se puede datar este dicho rabínico antes del siglo IV d.C. para cuando ya estaba muy difundida la expresión del “camello pasando por el ojo de una aguja”, por lo que deducimos que el refrán rabínico del “elefante” fue influenciado por el versículo del “camello” y no al contrario.

El problema de la metáfora de “un camello atravesando por el ojo de una aguja” es que no tiene sentido, ya que es desproporcionada la comparación de la figura, y una metáfora debe guardar el equilibrio. Si fuera literal lo del “camello”, Yeshûa estaría hablando en términos de lo imposible, pues no es posible humanamente pensar en hacer atravesar un animal de estos por el agujero de una aguja, lo que implicaría que sería imposible para cualquier hombre que mientras tengan riquezas o dinero pueda entrar al Reino de Dios, y Yeshûa no usó la palabra “imposible” para referirse a la entrada de un rico al Reino de Dios, sino “difícil” o “cuánta dificultad tienen los ricos debido a sus riquezas”, pero no imposibilidad.

La segunda interpretación pareciera ser la mejor y su explicación es excelente, solo que carece de hechos históricos y no hay un solo escrito que la compruebe o fundamente.

Muchos aducen que la expresión del camello pasando por el ojo de una aguja se refiere a una “puerta” llamada supuestamente “el ojo de la aguja”, que en realidad era una puerta auxiliar del portón principal de entrada que tenían las mayoría de ciudades para entonces, la cual era tan baja que si se quería hacer atravesar por ella un camello, éste debería ser descargado de todas las cosas que transportaba y así podría pasar agachado y caminando casi de rodillas, pero esto no tiene sentido, pues para que pasara un camello o cualquier otro animal que traía mercancías se abría el portón y no tener que hacer todo tipo de peripecias. Este portón permanecía abierto mientras entraban los mercaderes, el cual se cerraba cuando terminaba la jornada de mercadería y se usaba solo la puerta auxiliar por donde solo cabía una persona a la vez, esto para evitar los saqueos de los vándalos, sobre todo en las noches.

Los defensores de esta interpretación explican que esta metáfora sobre la puerta, supuestamente llamada “ojo de aguja”, se refiere a que para los ricos, no es imposible que puedan entrar al Reino de Dios, así como no sería imposible para un camello pasar por la puerta llamada “ojo de la aguja”, pero ciertamente es difícil cuando no se pueden descargar de sus riquezas ni arrodillarse frente al Creador.

Como metáfora sería excelente y en verdad me gustaría que esta fuera una posible interpretación, sin embargo es incorrecta. Según los eruditos bíblicos y las evidencias arqueológicas, históricas y literarias, no ha existido ninguna puerta en Jerusalem o Judea y sus alrededores que se llamara “ojo de aguja”, y no podemos aceptar una interpretación por más linda que sea ésta si no tiene evidencia o prueba alguna. En realidad esta interpretación de la tal puerta llamada “Ojo de Aguja” se halla a partir del siglo IX, y no hay registro alguno antes de ese siglo o de algo similar o parecido.

Entonces, ¿cómo debemos interpretar esta metáfora?

Empecemos por remitirnos a la expresión “ojo de aguja” que hay en la Biblia. El evangelista Marcos usó la expresión: “trümalías rafídos” “τρμαλιας ραφιδος”. El evangelista Mateo (19:24) usa la expresión “trematós rafídos” “τρηματος ραφιδος”. La expresión “trematós” deriva de la palabra “trüpema” “τρύπημα” que literalmente hace referencia a un “orificio” pero específicamente al orificio de una aguja.

Para complementar la idea aparece enseguida la palabra “rafídos” que literalmente significa “aguja de coser”. Si tradujéramos literalmente el texto, éste diría: “por el orificio de una aguja, de una aguja de coser”. Obviamente que al traducirlo al español no lo hacemos así porque sonaría como redundancia, cosa que es común y aceptable en idiomas como el griego y el hebreo. Por tanto, a partir del mismo texto descartamos de tajo que se tratara de algo diferente a una aguja de coser, por lo que la idea de una “puerta” aunque muy bonita, no aplica para nada, pues en realidad Yeshûa hablaba de una aguja como tal.

Entonces nos hallamos con un problema: ¿En realidad Yeshûa habló de un “camello” atravesando el ojo de una aguja?

La palabra que aparece en los textos bíblicos griegos modernos es “kámelos” “κάμηλος”, pero debemos entender que este término se usó debido a lo que los expertos llaman una hipercorrección del texto o manuscrito. Esto se debió a que la letra “eta” “η” en griego clásico se pronunciaba como una “e larga”, pero en la época imperial debido al iotacismo pasó a pronunciarse como una “e corta”, que fonéticamente a los oídos de los que no están acostumbrados al idioma pareciera que suena como una “i”.

En nuestros días, debido a que la metáfora o refrán se ha hecho tan popular, a nosotros nos parece muy aceptable la idea del camello atravesando el ojo de una aguja, pero a los oyentes de hace dos mil años esto sonaría extraño y ridículo, cuando ni siquiera estaban familiarizados con cosas como ésta.

Ya algunos autores como Orígenes del siglo II y Cirilo de Alejandría del siglo IV, habían advertido el error de la hipercorrección del texto, y por eso ellos no traducían la palabra como “camello”, sino otra que pasaremos a ver en seguida.

En realidad el problema del uso generalizado de la palabra “camello” en la metáfora de Yeshûa, se atribuye a Jerónimo de Estridón, autor de la versión latina de la Biblia conocida como “Vulgata Latina” que sería la versión adoptada por el catolicismo como oficial, ya que Jerónimo prefirió hacer uso de la hipercorrección, y como resultado de ello en su traducción utilizó la palabra “camello”.

Entonces si la palabra “camello” es una hipercorrección, y no es la palabra correcta que había en el manuscrito original, la pregunta sería: ¿Cuál fue la palabra que usó nuestro Señor Yeshûa?

La palabra que debió usar Yeshûa fue: “kámilos” “κάμιλος”, la cual es muy similar en escritura y en fonética a “kámelos”, recordando que el fonema “e” es una “e corta” que suena muy parecido a una “i” en griego. Esta palabra se usaba para describir o llamar a una “cuerda o soga”, la cual era bastante gruesa y aun podían usarse para sujetar embarcaciones. Esta cuerda era hecha a base cuerdas más delgadas entrelazadas unas con otras, que a su vez eran hechas con hilos entrelazados.

Por tanto, Yeshûa muestra que las riquezas son muchas veces un estorbo para aquellos que deseen la vida eterna, pues se dejan llevar más por las apariencias que les dan las riquezas, que dejarse guiar por Mandamientos de Dios, por lo que para los discípulos sería una labor más fácil hacer atravesar una soga por el ojo de una aguja, a que ellos hicieran que un rico entrara al Reino de Dios, sin embargo lo que para ellos podría resultar en una labor imposible, para Dios no sería imposible.

Ya Yeshûa le había dicho al rico ve y “vende todo lo que tienes”, recuerde que la palabra “vender” en hebreo significa “deshilar”. En pocas palabras Yeshûa le dijo: ve y deshila hasta que obtengas un hilo delgado que pueda pasar por el ojo de una aguja, pues hasta el momento estás tratando de meter una soga, y si no la deshilas te será imposible. Evidentemente las riquezas de este hombre eran como una soga que él intentaba pasar por el orificio de una aguja, lo cual se constituía en un obstáculo para entrar en el Reino de Dios, pero si la adelgazaba lo lograría y podría llegar así a tener la mayor posesión de todas. La vida eterna.

Por tanto, el versículo debería leerse:

Pues, más fácil labor es atravesar una soga por el ojo de una aguja de coser, que hacer entrar un rico en el reino de Dios.

Entonces la metáfora tiene todo su sentido y podemos entender la intención real de lo que el Maestro de maestro dijo.