La Biblia, en el libro de los Hechos 17:18 , nos narra un particular suceso vivido por el apóstol Paulo, cuando éste discutió con unos filósofos griegos en Atenas, los epicúreos y los estoicos.
Aunque eran dos grupos rivales, tenían en común su percepción o idea de lo que ellos denominaban “deidad”. Para epicúreos, la “divinidad” o “dioses” eran incapaces de sentir, por tanto, eran indiferentes ante la debilidad humana y no intervenían ni participaban en los asuntos de los hombres. Mientras que los estoicos decían que la “divinidad” carecía de personalidad y trascendencia. Algo totalmente opuesto al Dios de la Biblia.
Como Paulo estaba predicando acerca de Yeshúa y su resurrección, esto les parecía que estaba totalmente fuera de todo lo que ellos creían, pues, todo lo de Yeshúa Mashíaj se basa en la intervención Divina.
Pues de tal manera amó Elohím al mundo, de modo que a su Hijo Unigénito ofreció, para que todo aquel que creyere en Él no perezca, sino tenga vida eterna. Juan 3:16
Ante esto, a Paulo le llamaron “palabrero”, “charlatán”. El término griego utilizado es “spermologos” qué significa literalmente “recogedor de semillas”, no cabe duda de que lo usaron a manera de burla y despectivamente contra el Apóstol, ya que era la forma de referirse a aquellos que recogían desperdicios en el mercado, es decir un pordiosero, y por tanto indigno; en ese sentido Paulo era para ellos uno que recogía pedazos o retazos de culturas y conocimiento donde podía. Así que era una forma de mofa y desprecio hacia Paulo y su mensaje.
Comúnmente vemos que cuando las personas no entienden, o no quieren entender, ni aceptar lo que se les está enseñando, su forma de defensa no es el argumento, sino el ataque por medio de la burla y el desprecio. Eso mismo fue lo que le pasó al Apóstol, con insultos y burla despreciaron el Mensaje de Salvación, porque era incompatible con la idea de “dios” que los epicúreos y estoicos tenían.
Así que, cuando prediques acerca de Yeshúa, y se burlen o desprecien de tu mensaje, no te sientas triste, recuerda que lo mismo hicieron con el apóstol Paulo.