Las lágrimas son una expresión del alma y dejan ver nuestro estado emocional.
Cuando el rey Ezequías sufrió una grave enfermedad elevó su voz con lágrimas al Altísimo diciendo:
Te ruego, oh YHWH, te ruego que recuerdes que he andado delante de Ti en verdad y con corazón íntegro, y que he hecho lo bueno ante tus ojos. Y Ezequías lloró con gran llanto.
2 Reyes 20:3
Y por haber derramado su alma ante el Creador, Ezequías recibió esta respuesta por medio del profeta:
Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice YHWH, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que Yo te sanaré.
2 Reyes 20:5
Nuestro Mesías fue ejemplo total de derramamiento de su alma en lágrimas ante Su Padre:
Y el Mesías, en los días de su humanidad, oró y suplicó con gran clamor y lágrimas al que podía librarle de la muerte, y fue oído a causa de su sumisión.
Hebreos 5:7
Por eso, derrama hoy tu alma ante Aquel que ve tus lágrimas y tiene el poder para responderte con tremendas cosas. Tan solo cree que así será.