Cuando un Ministro de Yeshúa Mashíaj se esfuerza arduamente por enseñar correctamente la Palabra, el resultado será una Congregación fuerte y que no se deja engañar fácilmente. El apóstol Shaúl lo escribió así a su discípulo Timoteo:
1 Timoteo 5:17 Que los dirigentes que presiden con excelencia sean tenidos por dignos de doble honra, especialmente aquellos que trabajan arduamente en la Palabra y su enseñanza.
En el texto anterior resaltamos la labor de los pastores o ministros la cual es “que trabajan arduamente en la Palabra y su enseñanza”; es decir, que se esfuerzan incansablemente por la enseñanza de la Palabra. Evidencian una pasión profunda por dar una enseñanza que abra el entendimiento de la Congregación; y, por tanto, se les debe considerar como dignos de doble honra, ya que esto hará que la Congregación sea firme, y nos sea fácil de engañar. Y eso, precisamente es lo que se le exalta a la Congregación de Éfeso, a pesar de sus falencias. Lo vemos en las palabras de Yeshúa Mashíaj descritas en Apocalipsis:
Apocalipsis 2:2 Yo conozco tus obras, y arduo trabajo, y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has puesto a prueba a los que se dicen ser apóstoles, pero no lo son, y has descubierto que son falsos.
Se repite la misma expresión “arduo trabajo”, sin lugar a duda, resultado de un trabajo incansable de parte de los Ministros en la enseñanza de la Palabra.
Los que estamos sirviendo en el Ministerio debemos entender que este es un llamado a trabajar arduamente en la enseñanza de la Palabra, y por ningún motivo debemos cansarnos, pues el cansancio no es una opción en este ejercicio.