En el Evangelio de Yojanán (Juan) encontramos una verdad irrefutable del Poder de Yeshúa. Veamos:
Juan 12:44-45 44 Yeshúa dijo a gran voz: El que cree en Mí, no es en Mí que cree, sino en Aquel que me envió; 45 y el que me ve, ve a Aquel me envió.
Siendo Yeshúa el Hijo Amado y Heredero del Padre Celestial, tenía todo el Poder de Legal de Representación de Su Padre (en hebreo Shelijut), al haber sido enviado, por eso, quien veía a Yeshúa, veía al Padre que lo había enviado.
Juan 5:30 No puedo Yo hacer nada por Mí mismo. Conforme a lo que se me dice, así decido; y mi decisión es justa, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió, es decir, la del Padre.
Comprender y entender esa Relación de Representación es bienaventuranza para nosotros.
Juan 13:16-17 16 ¡Amén! ¡Amén! A ustedes les digo: Un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. 17 Si comprenden esto, bienaventurados son si lo hacen.
Y tú ¿lo comprendes, lo entiendes?