El Calendario Judío

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¿Cómo es posible que el Calendario Judío Actual sea el Calendario Bíblico, si ese Calendario no se inventó sino hasta el siglo IV de la era actual?

El Calendario Judío Moderno se conoce también como Calendario Judío Fijo o Exacto, ya que usa un impresionante algoritmo matemático para calcular los tiempos. Este Calendario fue desarrollado por Hilel el Nasí, ya que él fue el presidente del Sanedrín entre los años 320 y 385. Este Calendario Moderno resultó de la necesidad que tenían de calcular los tiempos de manera diferente a como se había hecho por siglos anteriores, ya que las reuniones del Sanedrín habían sido prohibidas por Constancio II, y para evitar las persecuciones se inventó dicho Calendario.

Tengamos en cuenta que el cálculo de las fechas en la antigüedad se basada en la observación especialmente de la “Madurez de la Cebada”, no en cálculos matemáticos, de hecho en hebreo Bíblico la palabra “Madurez” es “Aviv”, palabra que adoptó el hebreo moderno para referirse a la “Primavera”; aunque en la Biblia la palabra hebrea para “Primavera” es “Malqosh” que versiones como Reina-Valera/60 han traducido, no de la mejor manera, como “lluvia tardía”, aunque es obvio que se refiera a la lluvia de “Primavera” y que preparaba los campos para ser cosechados.

Ante la prohibición de Constancio II, entonces Hilel decidió proporcionar un calendario autorizado que cubriese el futuro y no tuvieran necesidad de hacer ningún tipo de observación, es por eso por lo que con este Calendario Judío Moderno que funciona a base de cálculos matemáticos se puede establecer y saber la fecha de los meses, incluso a miles de años en el futuro, y no se hace necesaria ninguna observación, ni agrícola, ni astronómica.

El problema del Calendario Judío Moderno es que como usa ecuaciones matemáticas exactas que van ayudando a cubrir el desfase del mismo, éstas algunas veces no van a coincidir con la forma en que se calculaban las fechas en el tiempo del Mashíaj y los apóstoles, ya que la “madurez – aviv” de la Cebada era la que principalmente determinaba cuándo empezaba el mes de “Aviv” y por tanto el año, pero esta “Madurez – Aviv” no es exacta y puede oscilar entre una semana a tres semanas, y por eso depende principalmente de la observación y no de cálculos matemáticos.

Por ejemplo, uno de esos casos que no coincidió el Calendario Judío Moderno con la “Madurez – Aviv” de la Cebada fue este año 2024, ya que la “Maduración – Aviv” de la Cebada se pudo comprobar el 8 de MARZO, dos días antes de la Luna Nueva del 10 de MARZO, por lo que la Luna Nueva del 10 de MARZO fue realmente cuando inició el mes de “Aviv – Maduración”. Pero el Calendario Judío Moderno, por causa del algoritmo matemático en el que se basa, ya tenía fijado con antelación que el mes de “Aviv” sería en la “Luna Nueva” de Abril, quedando así, desfasado por un mes respecto al Calendario Hebreo Bíblico.

Por tanto, no podemos decir que un Calendario Moderno que se inventó en el siglo IV de esta era, sea el Calendario Bíblico. En lo personal no condeno ni reprocho a nadie que quiera basarse en el Calendario Judío Moderno para celebrar las Fiestas, pero con lo que no estoy de acuerdo es que a ese Calendario Moderno le llamen “Calendario Bíblico”. Lo honesto es decirles a las personas que con base al “Calendario Judío Moderno” es que están calculando las fechas y no faltar a la verdad diciendo que es el Calendario Bíblico.

Así que, llamemos a las cosas por su nombre tal cual son, es lo más honesto e íntegro. Shalom para todos.