Algunas versiones de Biblia tienen el texto de que oramos a Dios en privado y Él nos recompensará en público. Y muchos echan mano de este texto, porque más que la intimidad con Dios les interesa la recompensa pública, el poder mostrarse.
Sin embargo, el texto Bíblico original no usa la palabra “público”, pues es un añadido. Así dice el texto correctamente traducido:
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior, y trancando tu puerta, ora a tu Padre en la intimidad, y tu Padre, que te observa en la intimidad, te recompensará.
Mateo 6:6
El Padre Eterno nos recompensará, pero no para que tú y yo nos pavoneemos y presumamos lo que Él ha hecho con nosotros, para mostrar que lo merecíamos. Él nos recompensa como parte de su gran Misericordia y no de nuestro merecimiento, pues lo único que merecíamos era el castigo.
Así que, sigue orando y que el Padre te recompense conforme a su gran misericordia.
